Oriana Chacón Cortes
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«El teatro tiene que morir cada día para renacer a la mañana siguiente. Lo que significa que es su propia crisis la que le mantiene vivo. Sin ella no daríamos pasos hacia adelante».
Sebastiao Miláre
El teatro es un potente medio de comunicación y expresión que elabora y transmite un mensaje al público que asiste al montaje escénico. Apoyado de un texto dramático, el director y los actores buscan persuadir, informar y entretener a los espectadores.
Pero ¿Qué es el teatro?
Según William Shakespeare, "el teatro es una realidad siempre representada que nadie quiere vivir."
El teatro está relacionado con la actuación y es una vertiente del arte escénico que busca representar frente a una audiencia historias, combinando una serie de elementos como el uso del discurso, gestos, música, escenografía y sonidos que le permitan a espectador asimilar el mensaje.
El origen del teatro se remonta a las ceremonias rituales de los hombres primitivos. El teatro como lo conocemos hoy en días tuvo sus inicios en la antigua Grecia, cuna del teatro occidental, en donde la representación teatral era un espectáculo de masas. La tragedia y comedia, servía para que el público llorara o riera junto a los personajes, héroes o bufones. Poco a poco el teatro fue evolucionando y dejo a un lado la parte ritual, ya no se trataban solamente de los dioses sino el hombre y sus conflictos (cada vez más complejos) tomaron protagonismo. La formula de teatro griego dio vida a una gran variedad de formas de hacer teatro.
En Venezuela el teatro tiene sus inicios en la América pre-colombina con los rituales de las distintas tribus aborígenes que por medio de pantomimas y bailes representaban la recolección de alimentos y daban ofrendas a los dioses. Con la llegada de los españoles se comenzaron a construir recintos en donde se representaban obras clásicas de autores como William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Félix López de Vega.
El teatro hoy en día
En la actualidad gozamos de más de ochenta recintos destinados para hacer teatro en la capital, de los cuales ni siquiera la mitad se encuentra disponible al público, esta realidad ha perseguido a la industria del teatro en la última década, perjudicando a quienes pretenden realizar libremente está disciplina y no cuentan con el patrocinio de grandes empresarios.
Solamente en el año 2009 cerraron las puertas del teatro Alberto De Paz y Mateos, se les quito el subsidio a más de una docena de grupos teatrales por considerar que hacían obras perniciosas y en junio el Ateneo de Caracas tuvo que abandonar su cede en Bellas Artes.
A propósito de estas medidas tomadas por parte del Ministerio de la Cultura se han presentado nuevas alternativas para la exposición del arte, ya que esta crisis le ha permitido la apertura al público y a las agrupaciones teatrales de nuevos espacios, como es el caso de los colegios como el Santa Rosa de Lima y el colegio Francia, que recientemente ha prestado sus instalaciones para presentar obras teatrales durante los fines de semana.
Estas agresiones por parte del gobierno en contra de los teatreros, como se hacen llamar, han generado la necesidad de crear una fundación sin fines de lucro que se encarga de velar por los derechos de todos los artistas y personas que realizan este oficio, dicha fundación tiene por nombre Fundación José Ignacio Cabrujas y se encuentra presidida actualmente por el actor Gustavo Rodríguez, está fundación nació en el ceno de las manifestaciones en contra de las órdenes del Ejecutivo que promovieron el levantamiento de un muro a la libertad del arte.
Rodríguez propone que la solución a éstos problemas se encuentra en la imaginación y en la capacidad que tenga los artistas de buscar nuevos campos de exposición en donde puedan mostrar su arte más allá de las limitaciones del gobierno y así contrarrestar estas medidas represivas por parte del Ministerio de Cultura, también señala que si la crisis económica sigue afectando el país el sector que se verá más perjudicado, según los expertos, será la cultura.
También indicó Rodríguez en una entrevista otorgada al diario El Nacional que la primera manifestación formal de la fundación será esté 23 de enero a propósito del aniversario del derrocamiento de la dictadura perejimenista, se reclamará una verdadera democratización de las artes, término que ha sido mal implementado por parte del sector oficialista, ya que democratizar según Rodríguez tiene que ver con la pluralidad, la multiforma, el disenso y apertura a la noción del arte.
En medio de esta crisis, existe un sector del teatro que se ha encontrado menos perjudicado, éste es el teatro comercial, que es aquel que cuenta con el apoyo y la inversión de grandes empresas y cuenta con elencos repletos de figuras reconocidas de la farándula nacional.
¿El teatro comercial está acabando con el teatro independiente?
La historia del teatro comercial en Venezuela no es una novedad, a finales del siglo XX, en las décadas de los 60 hasta los 90, numerosos productores, actores y empresarios, incluyendo a la empresa Mercateatro, decidieron invertir en el teatro con el fin de convertir a éste en un lucrativo negocio, financiando exitosas obra extrajeras y pretendiendo crear una especie de Broadway criollo.
Tratando de crear un sólido movimiento, estos personajes buscaron convertirse en benefactores de la cultura invirtiendo centenares de millones de bolívares y dólares, en súper producciones extranjeras, iniciando la moda de que todo lo del norte y Europa era mejor, sin importar la excelente y prestigiosa dramaturgia hecha en casa y la importante posición del teatro latinoamericano; así buscaron llenar las salas de cuatrocientas butacas, con obras que se extrapolaban al público criollo con temáticas y personajes que fueron antípodas de los venezolanos.
Con la intención de obtener desmesuradas ganancias del 500 a 1.000 por ciento, muchos empresarios iniciaron esta ola de espectáculos comerciales y aunque muchos de ellos no salieron con las tablas en la cabeza, sólo se limitaron a recuperar las inversiones hechas y no continuaron más con este negocio que fue considerado por ellos como altamente riesgoso.
Pero ¿por qué lamentablemente este intento fracaso?
El fracaso se debió a varios factores, que hicieron que estos héroes de la cultura desistieran en su lucha; uno de ellos y más importante era la falta de interés por parte del público, que no sentían afinidad por las obras que se estaban presentando, porque estaban dirigidas a otro público y a otras sociedades, otro fue que el público no colmaba las funciones de miércoles a domingo y otro de los factores fue que las salas de teatro en donde presentaban las obras no les pertenecían a estos empresarios, así que el ingreso de la taquilla debía ser compartido con dichos recintos. Estos patrocinantes nunca entendieron que la inversión cultural, es muy diferente a la financiera.
De esta época dorada del teatro comercial quedan muchas enseñanzas que se han puesto en práctica hoy en día en un nuevo renacer del teatro comercial, alguna de esas enseñanzas las propalamos aquí, es de vital importancia contar con elencos que contengan actores que cuenten con prestigio en la televisión nacional, hay que pagar muy pocos derechos de autor o ignorarlos al usar versiones piratas, hay que usar las salas del Estado cedidas en comodatos a instituciones públicas o privada y gastar muy pocos bolívares en promociones publicitarías, dejando este rubro a las páginas informativas o culturales que realizan de forma gratuita las promociones, confiando que el público asistirán a las obras para ver a sus artistas favoritos.
El teatro comercial, ese que cobra taquilla y no recibe aportes oficiales, además de contar en sus elencos a reconocidos actores destacados en la televisión, se consolidó como una atractiva alternativa para los habitantes de Caracas y zonas aledañas, durante la temporada 2009. Un total de 20 piezas fueron vistas y aplaudidas por 75 mil espectadores es el balance que presenta el Teatro Trasnocho Cultural, la más importante de las instituciones que presenta tal tipo de espectáculos.
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