El grupo de teatro Colibrí con su lema “un teatro para niños actuado por niños” donde los mas pequeños son los principales protagonistas que intervienen en el proceso para conformar el espectáculo teatral se encarga de desarrollar el espíritu artístico y humano de los alumnos de este grupo. Esta labor es desarrollada por profesionales del arte dramático a través de técnicas de grupo, expresión corporal, improvisaciones y textos dramáticos, para fomentar las relaciones personales entre los estudiantes y los hábitos de trabajo en grupo.
Los ejercicios corporales, pantomimas, coreografías y danzas sobre textos teatrales sirven para preparar los montajes de las obras que se representarán a finales del curso, y también para potenciar la sensibilidad de los alumnos.
Enseñanza expresiva
La realización de una enseñanza puramente expresiva permite observar cambios en los alumnos que, en ocasiones, sorprenden por constituir generalmente esta faceta humana una de las potencialidades menos trabajadas y aplicadas en los centros educativos.
"Es muy gratificante ver cómo los chicos evolucionan personalmente, cómo superan sus problemas de inseguridad, de relaciones personales, de aceptación de su físico, cómo aprenden a utilizar su cuerpo, cómo sus brazos poco a poco pierden rigidez, sus manos ganan en expresividad y su expresión vocal se va poblando de matices", apunta Ascensao.
La metodología desarrollada por José Manuel Ascensao es progresiva y comienza con diversas técnicas de animación de grupo, improvisaciones actorales con el fin de poner a trabajar a toda marcha la creatividad y la capacidad para resolver eventos esporádicos del niño, ejercicios de contacto físico con el fin de perder inhibiciones y eliminar barreras. De esta forma se consigue una corriente de energía positiva que favorece el trabajo. Se proponen ejercicios colectivos y de parejas, procurando que sus componentes varíen continuamente con el fin de evitar núcleos cerrados y que todos los alumnos se conozcan.
Ejercicios corporales
Los ejercicios de desinhibición y de expresión corporal son el siguiente paso a seguir. Para ello Ana Castellucci, bailarina de danza contemporánea graduada en Danza Caracas, les da a los alumnos material necesario de pantomima y danza para que apliquen con total libertad todo lo que su imaginación les permita.
“Mi labor fundamental reside en que los niños aprendan a manejar su cuerpo en el escenario como principal instrumento del actor que aquí formamos, que aprendan a caminar por el espacio. Que su cuerpo hable por ellos con total libertad” argumenta la profesora Castellucci.
Más adelante se introducen en el proceso las improvisaciones de texto y pantomima con elementos de danza puramente coreográficas, o simplemente improvisaciones corporales, para los cuales se emplean distintos estímulos como música, objetos o ritmos.
Por su parte, los textos, tanto teatrales como no teatrales, se utilizarán como motivo de improvisación y de trabajo para el montaje que se hace al final del curso. Se realiza también una labor coreográfica y textual a partir de ellos, y se trabaja asimismo con algunos escritos de teoría teatral para que los alumnos conozcan a los grandes maestros. El trabajo sensorial también forma parte de este esfuerzo apoyado por la música con el fin de potenciar la sensibilización y el despertar de los estímulos, de la memoria emotiva y del trabajo de la imaginación.
Obra: Blanca Nieves y los enanitos traviesos
Lo más maravilloso y que caracteriza al Grupo Colibrí, es la participación actoral de niños, niñas y jóvenes; con edades comprendidas entre cinco y catorce años, quienes tras un año de preparación artística, a través de los talleres "Juguemos al Teatro", se presentan ante el público año tras año con un nuevo y fastuoso montaje en la cual se cuenta también con la participación de actores adultos con el fin de reforzar la obra y que a su vez el niño se sienta seguro en escena.
Director, José Manuel Ascensao |
Ángel Arias
CI: 19.087.361
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