miércoles, 18 de enero de 2012

La literatura en los adolescentes

Justo cuando la vida empieza a ponerse más interesante -más confusa y más ambigua, también-, cuando ya se domina más o menos con facilidad el código común, es el momento elegido para que se produzca una fuga en masa de lectores. Los mismos chicos que habían disfrutado prácticamente desde la cuna de todo tipo de estímulos en forma de libro se descorazonan, se aburren o, peor aún, se avergüenzan de leer más de un libro o dos por año, y temen las burlas de sus pares.
Tenemos claro que con la gran afición al mundo tecnológico los chicos ya no sienten interés por un libro ya sea sacado o no de una película. Cuando antes (años atrás) se encontraba que los chicos leían un poco más o al menos lo intentaban.

Ahora los jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 17 años nos dan muestra clara que como los chicos que atraen más chicas “no leen” o las chicas más bonitas y populares “no leen” entonces que se hace con aquellos chicos, quizá un poco introvertidos que buscan refugio en los libros, ¿será cierto que estos deben dejar la literatura y empezar a sociabilizar un poco más con sus compañeros?

La verdad es que no debería ser tan drástico el cambio, hay adolescentes que leen, incluso a veces escondidos de sus amigos, o están aquellos que no les importa el qué dirán, pero porque tiene que ser casi que un tabú el tema de lectura.

Merlen Pérez de 16 años de edad, es una chica aficionada a la lectura que experimenta una gran emoción cada vez que lee, pero ¿cuándo empezó todo esto para ella?

“Yo empecé a leer cuando tenía 14 años, sinceramente fue por aquella afición que tenía por la película Twilight, que me atrajo mucho, por su historia de amor; le pedí a mi mamá que me comprara el libro, aunque cada vez que lo abría en el tiempo libre entre clase y clase siempre había alguien que me miraba como si fuera una “freak”.
Al tiempo, empecé a ver que la gente leía el mismo libro que leí yo meses atrás, sólo para saber la continuación de la película. Ahora leo no sólo por las películas que me gustan sino porque me pierdo en los libros, ellos estuvieron cuando nadie más estuvo, ellos me han visto llorar, reír y aún más importante me han ayudado a crecer”

Entonces, ¿con esto podemos deducir que hay gran parte de la población adolescente que lee los libros que han sido llevados al cine?, pero que pasa cuando hay grandes obras literarias que han sido llevadas al cine o a la T.V pero años atrás, ¿esos mismos jóvenes se sienten interesados por la versión extendida y con muchas más palabras de esas películas, o sólo por el “BOOM” que pueda tener esta durante su crecimiento?

Se le preguntó a otra chica de 15 años de edad que libro ha leído y cuáles han sido sus favoritos y comentó que no había leído ningún libro, sólo los resúmenes que tiene que leer para algún trabajo o examen para la escuela.

“No me agrada leer se me hace fastidioso y un poco lento, nunca me ha atraído ningún libro, prefiero pasar tiempo en internet o voy al cine a ver las películas que sacaron de los libros que me dan cierta curiosidad

Cuando tengo algún trabajo en clase pues simplemente busco en internet los resúmenes o comentarios de los libros, ¡para qué complicarme la vida!” comentó Ambar Torres estudiante de 4to año de bachillerato.

Entonces podemos deducir que los chicos se sienten atraídos por la rapidez y “precisión” del internet y no por un libro que les puede ofrecer un mundo distinto al que ellos conocen, pero ¿esto será aplicable a todos los chicos de esa edad?

Cuando hablas de literatura, piensas en todos los libros que alguna vez leíste, te mandaron a leer o te regalaron y sólo para que no te dijeran que no lo habías leído obligatoriamente te lo leías por debajito sin siquiera disfrutarlos, pero hay personas que disfrutan el libro por sólo ser un libro, “transportarse a otro mundo, vivir otras experiencias y reír o llorar, sin salir de tu casa” como dice un adicto lector.

Erica Añón, es una chica de 27 años, administradora que a pesar de que dedica su vida a los números es una mujer que ama leer.

“Empecé a leer desde muy pequeña, en mi familia no se viajaba mucho y en los libros encontré ese escape que necesitaba, que todos necesitábamos, además que en mis tiempo no existía nada de eso del Facebook o el Twitter, por lo que no era tan raro que pasara los días leyendo, sobre todo en vacaciones, recuerdo que todas mis amigas se iban a la playa en vacaciones, mis padres trabajaban así que yo me quedaba sola en casa leyendo, aunque claro los libros eran bastante más accesibles que ahora, comprar un libro, en Venezuela, en estos días es sólo para aquellas personas que trabajan”

Por lo tanto podemos deducir que los jóvenes no leen por el alto costo de los libros, aunque tengamos en cuenta que hay bibliotecas y otras instituciones encargadas al préstamo o intercambio de libros, pero ¿qué tan dotadas están estás instituciones?, ¿se prestan para llenar el vacío que novedades que tienen los jóvenes?

Un libro en Venezuela, comprado en las tiendas que puedes encontrar en cualquier centro comercial en Caracas te cuesta de 90 BsF. Hasta 350 BsF. guiándonos por los libros que tienen la atención de los adolescentes en estos días, como por ejemplo “Los Juegos del Hambre” (The hunger games) que es como dicen por ahí, el sucesor de Harry Potter, la saga más vendida de la historia.

Un ejemplar de “Los Juegos del Hambre” cuesta 350BsF en cualquier librería y por supuesto estos libros no están en las bibliotecas o en las instituciones de préstamo de libros. Este libro que tiene una 500 páginas y ha sido aclamado por las masas en otros países es vendido en Estados Unidos por 5 dólares y la trilogía (sí, son tres libros, 350 multiplicado por 3 es 1050 BsF.) por 30 dólares aproximadamente.

Si llevamos estos libros al salario de un padre o madre común, venezolano encargado de llevar una familia, un hogar y la manutención que esto trae, tenemos por consecuencia una reacción desfavorable a la hora de comprarle un libro a su hijo. Dado que un salario normal, es de 1250 BsF. aproximadamente, esto es un caso desfavorable para los jóvenes lectores.

Según María Redondo, gerente directiva de una de las grandes librerías del país, los libros son especialmente caros por el problema de aduanas que hay en Venezuela, incluyendo el problema de los dólares y demás situaciones que afectan a la política.
Entonces la cultura de los jóvenes queda reducida y completamente amarrada a la política, ¿por lo tanto la lectura de estos chicos depende de la economía que pueden tener sus padres o la política del país y las aduanas?, ¿cuáles otros métodos pueden utilizar los jóvenes para leer?

Alexandra Kurilo de 17 años, confirma que ella pide prestado a sus allegados o intenta conseguir dinero haciendo pequeñas manualidades que vende y con esto ahorra para comprarse los libros, aunque muchas veces estos caminos no le da la posibilidad de comprarse los libros que desea y muchas veces se limita a leerlos por internet o simplemente esperar a que salga la película, porque es mil veces más barato una entrada al cine, un lunes en la tarde, que un libro.

¿Podrá ser que el internet es el nuevo método que puede tener la población lectora para satisfacer sus ansias de nuevos libros?

Ahora la tecnología ofrece muchos caminos para leer libros, tener información y llenar su mundo de aventuras, aunque lógicamente no son tan fáciles de transportar como lo es un libro.

Marianne Vera, de 17 años comenta “yo prefiero leer un libro por internet, son mucho más fáciles de leer y no tengo que gastar dinero, eso alivia mucho, además no pesa tanto como un libro, cuando llego del colegio simplemente prendo mi computadora y abro el libro que dejé guardado en una de mis tantas carpetas, y si de por casualidad se me cansa la vista pues simplemente me voy al facebook hablo con mis amigas un rato y ya, es mucho más práctico”

La lectura puede ser un mundo sin barreras, pero conseguir un libro puede tener cuantas barreras se atraviesen en un mundo restringido, o será más preciso ¿un país restringido?

En cualquier caso,  la lectura no  puede competir con otras aficiones. Entre diez actividades que los adolescentes pueden realizar en su tiempo libre, leer ocupa la penúltima posición en sus preferencias, sólo  superada  por el “no hacer nada”. Parece claro que los jóvenes optan por utilizar su tiempo libre en salir con amigos, escuchar música, practicar un deporte, antes que leyendo.









Odalin Martin
C.I 18.589.608


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