Edgardo Antonio Miranda Beiro conocido en el medio artístico como Joey Montana, es un artista de reggae en español y reggaeton romántico. A los 24 años de edad ya había entrado al mercado de la música en América Central, Sudamérica, México, Estados Unidos y algunos países de Europa.
Inició con influencias musicales de reggae a los 12 años de edad. Ingresó a la universidad a estudiar Rehabilitación Neurológica y Terapia Física, sin embargo, su gusto por la música lo llevó a realizar una audición para una producción musical panameña de la estación de radio local "Factoría", que estaba bajo la supervisión del productor DJ Pablito; en donde tuvo la oportunidad por primera vez de grabar profesionalmente junto a varios artistas.
Participó en varias producciones en Panamá y el extranjero. Logró proyectarse internacionalmente en países como Colombia, Venezuela, Guatemala, Costa Rica, México e Inglaterra.
En tu web site dice que “La relación de Montana con la música fue como el resultado del destino”. ¿Podrías contarme como comienza ese sueño?
Soy de un pueblito que se llamaba “boquete”, ahí todo el mundo hace café; mis papas tenían unos terrenos y yo trabajaba con ellos, luego comencé a estudiar Rehabilitación Neurológica y Terapia Física, jamás pensé en ser artista, de hecho jamás le pedí a papá que me comprara una guitarra. Me gustaba mucho lo que es el hip-hop, escuchaba Vico C, entre otros cantantes. Me encantaba oir canciones, me las aprendía y con mis amigos las cantaba. Un día iba para el hospital a un trabajo de la universidad, y cerca de ahí estaban haciendo audiciones para formar un grupo de cantantes, como tenía 2 horas libres, un amigo me dice “tú que te la pasas cantando tonterías pasa haber que sucede” (risas). Por cosas del destino quedé seleccionado. Realmente lo divertido era escucharme cantar con mis amigos en discotecas. Poco a poco con esta disquera fuimos pegando las canciones y así formamos un grupo que se llamaba “La Factoría”. Nuestro primer show fue acá en Venezuela en “San Antonio” (pueblito cerca de Mérida), esa era mi primera aparición frente a un público grande; recuerdo que ese día se me fue la voz, pero ¿sabes algo? Me sentí cool porque la gente se sabía nuestras canciones. (risas). Luego más adelante decidí trabajar como solista y firmé con Sony Colombia y es así como decido hacer algo totalmente distinto.
¿Crees entonces que tu experiencia en el grupo “La Factoría” fue una etapa de aprendizaje?
Si, definitivamente fue mi escuela por 5 años. Viajamos a México, Colombia y Venezuela. Dormíamos en casa de gente que no conocíamos.
Soy de un pueblito que se llamaba “boquete”, ahí todo el mundo hace café; mis papas tenían unos terrenos y yo trabajaba con ellos, luego comencé a estudiar Rehabilitación Neurológica y Terapia Física, jamás pensé en ser artista, de hecho jamás le pedí a papá que me comprara una guitarra. Me gustaba mucho lo que es el hip-hop, escuchaba Vico C, entre otros cantantes. Me encantaba oir canciones, me las aprendía y con mis amigos las cantaba. Un día iba para el hospital a un trabajo de la universidad, y cerca de ahí estaban haciendo audiciones para formar un grupo de cantantes, como tenía 2 horas libres, un amigo me dice “tú que te la pasas cantando tonterías pasa haber que sucede” (risas). Por cosas del destino quedé seleccionado. Realmente lo divertido era escucharme cantar con mis amigos en discotecas. Poco a poco con esta disquera fuimos pegando las canciones y así formamos un grupo que se llamaba “La Factoría”. Nuestro primer show fue acá en Venezuela en “San Antonio” (pueblito cerca de Mérida), esa era mi primera aparición frente a un público grande; recuerdo que ese día se me fue la voz, pero ¿sabes algo? Me sentí cool porque la gente se sabía nuestras canciones. (risas). Luego más adelante decidí trabajar como solista y firmé con Sony Colombia y es así como decido hacer algo totalmente distinto.
¿Crees entonces que tu experiencia en el grupo “La Factoría” fue una etapa de aprendizaje?
Si, definitivamente fue mi escuela por 5 años. Viajamos a México, Colombia y Venezuela. Dormíamos en casa de gente que no conocíamos.
¿Cuándo fue ese momento que decides encaminar tu carrera como solista?
Es como cuando tu estas en un trabajo. No me gusta que me manden que me pongan límites en mis cosas. Ya no me sentía cómodo, quería seguir escalando. Tenía 18 años, no me importaba cuanto ganaba. Pero llega un momento en que tienes que pensar las cosas bien, recuerdo que papá siempre me decía “Brother cuando no hay show ¿Qué haces?”. Quería decidir mis propias cosas, no me fui de la mejor manera. Me quedé en Houston y no regresé a Panamá en busca de nuevas oportunidades, eso me afectó debido a que cuando regresé a Panamá, se me dio la oportunidad de firmar con Sony, tuve que pagar una demanda para salirme del grupo. Me hizo poner los pies sobre la tierra y luchar para ser exitoso. En el 2000 0 2002 estuve en el Miss Venezuela cantando como “La Factoría” y ahora regresar años después como Joey Montana, eso me llena de satisfacción.
Luego de eso abrí mi propia compañía y cuando llamaban “Hola por favor para contratar a Joey Montana para un show” yo respondía “Hola ¿Qué tal? Soy yo, dígame que desea” (risas), me supe administrar y ya sabía cuánto cobrar por un show (risas).
Es como cuando tu estas en un trabajo. No me gusta que me manden que me pongan límites en mis cosas. Ya no me sentía cómodo, quería seguir escalando. Tenía 18 años, no me importaba cuanto ganaba. Pero llega un momento en que tienes que pensar las cosas bien, recuerdo que papá siempre me decía “Brother cuando no hay show ¿Qué haces?”. Quería decidir mis propias cosas, no me fui de la mejor manera. Me quedé en Houston y no regresé a Panamá en busca de nuevas oportunidades, eso me afectó debido a que cuando regresé a Panamá, se me dio la oportunidad de firmar con Sony, tuve que pagar una demanda para salirme del grupo. Me hizo poner los pies sobre la tierra y luchar para ser exitoso. En el 2000 0 2002 estuve en el Miss Venezuela cantando como “La Factoría” y ahora regresar años después como Joey Montana, eso me llena de satisfacción.
Luego de eso abrí mi propia compañía y cuando llamaban “Hola por favor para contratar a Joey Montana para un show” yo respondía “Hola ¿Qué tal? Soy yo, dígame que desea” (risas), me supe administrar y ya sabía cuánto cobrar por un show (risas).
¿Qué expresa Joey Montana a través de la música?
Trato de hacer canciones que el público se identifique y que digan “Brother, me encanta esa canción”, de hecho el tema que más me ha servido para eso ha sido “La Melodía” (Contigo me voy de party), es un tema juvenil pero muy fácil. Quiero hacer canciones que cuando la gente la escuche diga que se la dedico su primer amor.
Entonces… ¿Crees en el amor verdadero?
Claro, si existe el amor verdadero. Es un sentimiento único.
¿Serias capaz de confesar algunas anécdotas que jamás olvidarás?
Tengo un defecto y es que siempre recuerdo las cosas malas, lo bueno es que de ellas siempre aprendo y te ayuda a no cometer los mismos errores. Recuerdo en mi etapa como profesional, ya tenía dos años en Houston y por fin iba a firmar el contrato de Sony; es cuando entonces me llaman y me dicen que “La Factoría” metió una demanda porque no había cancelado el contrato y para cancelarlo tenía que pagar una enorme cantidad de dinero. Era mi sueño, así que vendí mi carro, papá me prestó dinero del café que teníamos. Fue una de las peores noches de mi vida, y me dije que no me iba a rendir. Aprendí hacer positivo. Me leí el libro del “Secreto” y con el aprendi a escribir las cosas que deseaba hacer, de hecho tengo en mi cuarto una cartelera grande en donde coloco lo que deseo y en verdad se me cumple. Entre mis deseos estaba: “Firmar con una disquera importante” EMI es una de esas, y gracias a Dios se cumplió, además, siempre soñé con estar en los “Billboard” y ahí estaré cantando “La Melodía”, es por ello que cada vez que me dicen que algo no se va a dar, digo que “una puerta se cierra y la otra se abre”.
Tengo un defecto y es que siempre recuerdo las cosas malas, lo bueno es que de ellas siempre aprendo y te ayuda a no cometer los mismos errores. Recuerdo en mi etapa como profesional, ya tenía dos años en Houston y por fin iba a firmar el contrato de Sony; es cuando entonces me llaman y me dicen que “La Factoría” metió una demanda porque no había cancelado el contrato y para cancelarlo tenía que pagar una enorme cantidad de dinero. Era mi sueño, así que vendí mi carro, papá me prestó dinero del café que teníamos. Fue una de las peores noches de mi vida, y me dije que no me iba a rendir. Aprendí hacer positivo. Me leí el libro del “Secreto” y con el aprendi a escribir las cosas que deseaba hacer, de hecho tengo en mi cuarto una cartelera grande en donde coloco lo que deseo y en verdad se me cumple. Entre mis deseos estaba: “Firmar con una disquera importante” EMI es una de esas, y gracias a Dios se cumplió, además, siempre soñé con estar en los “Billboard” y ahí estaré cantando “La Melodía”, es por ello que cada vez que me dicen que algo no se va a dar, digo que “una puerta se cierra y la otra se abre”.
¿Qué es lo que más te gusta de Venezuela?
Viví en Venezuela con “La Factoría”, ahora es la segunda vez que vengo como “Joey Montana”. Lo que más me gusta de Venezuela es la gente, son muy cordiales (por lo menos la que me ha tocado), cuando estoy aquí me siento como en mi país, me tratan como si fuera de él. Venezuela ha formado parte de los mejores recuerdos y de la etapa más bonita de mi vida.
¿Te gustaría participar en una producción discográfica con el máximo dúo venezolano Chino y Nacho?
¿Te gustaría participar en una producción discográfica con el máximo dúo venezolano Chino y Nacho?
Claro, los admiro mucho a ellos. Recuerdo cuando iba a cantar en un concierto con La Factoría ellos estaban ahí, son pelados muy nota. Ellos merecen admiración, vienen de otro grupo. Siempre que sean gente de Latinoamérica los siento como hermanos.
Andreina Castro
Informativo III
Profesor Enrique Cibele
Turno Mañana
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