Una ciudad, diferentes víctimas, mismo delito
Caracas, catalogada como la cuarta ciudad más violenta del mundo según datos del último reporte global sobre seguridad personal de la encuestadora americana Mercer, revelado en el canal de noticias CNN en octubre del 2011 y estudios del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia (organización civil mexicana), no sólo han considerado los homicidios anuales que se perpetran en la ciudad para determinar el lugar en esta lista, también han tomado en cuenta el crimen que se ha convertido en el negocio más lucrativo de la historia de este país: el secuestro.
En la Caracas de los años sesenta, ningún caraqueño se imaginaba que para el nuevo milenio la capital cambiaría radicalmente. Una ciudad que muestra una cara de la moneda poco afable, ensimismada en el tráfico, la anarquía y el caos continúo son elementos claves pertenecientes a la metamorfosis que ha sufrido nuestra urbe.
La violencia cotidiana, los atracos a la orden del día, los cientos de homicidios registrados semanalmente, son cifras alarmantes para quienes habitan en la mal llamada “ciudad de la furia”. Sin embargo, hay un delito que “rueda” en las noches capitalinas, uno que no sólo juega con la seguridad personal sino con la seguridad psicológica y familiar. Sí, es el secuestro en su modalidad Express y sus víctimas son incuantificables en los años 2010 y 2011.
“Según una encuesta de hogares realizada sobre la materia por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), conocida como Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Ciudadana, en el lapso de un año (comprendido entre julio 2008 a julio 2009) dijeron haber sido secuestradas 16.917 personas en nuestro país, lo que se traduce en un promedio de 46 seres humanos diarios que pasaron por esta tragedia que deja dramáticas secuelas psicológicas en las víctimas, e incluso en muchos casos secuelas físicas que llegan en extremos hasta la muerte del o los plagiados”, subrayó el Vicepresidente de Asuntos Sociales de Un Nuevo Tiempo y Diputado de la Unidad Democrática a la Asamblea Nacional, William Ojeda para el Departamento de prensa del Partido.
Estas cifras lógicamente no son exactas, pues el 70% de los secuestros no se denuncian en los cuerpos policiales, primero por miedo a las represalias que los delincuentes pudieran tomar en contra de las víctimas y sus familias, segundo porque en la actualidad el sistema policial y penal del país está corrompido y muchos de los plagiarios suelen estar involucrados directa o indirectamente con este.
Marketing criminal
Si nos remontamos en la historia, el secuestro per sé es un delito que en Venezuela se comenzó a llevar a cabo a finales de los 50, iniciándose este en la zona fronteriza del país, teniendo como principales víctimas a los ganaderos y productores agrícolas y sus principales actores era la guerrilla colombiana. En los 80, este se agudizó y a medida que pasaba el tiempo, el tema del secuestro, la extorsión y la vacuna por parte de los grupos rebeldes colombianos se intensificó. En los 90, el delito se dirige a las grandes ciudades como Valencia y Caracas.
El secuestro Express nace a comienzos del tercer milenio, una banda llamada “Los invisibles” pone de moda este ilícito penal. Comienzan a secuestrar personas cuyo target estaba perfectamente segmentado, un modus operandi exacto en casi todas sus actuaciones. Sus integrantes no sólo eran hampa común, también formaban parte de esta funcionarios públicos y policiales, más que una banda llegaron a ser una mafia organizada.
El modus operandi es particular para cada caso. “Suelen capturar a sus víctimas al azar y de noche, tienden a “comer por los ojos”, es decir, carro del año, buena zona, marca de ropa y zapatos, reloj, entre otras. Las mujeres solas y las parejas son las preferidas por los captores, aunque esto no siempre se cumple” comentó Anixo Salaverría, Jefe de la División Nacional de Anti extorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC)
Deberes y Derechos
“En Venezuela, por ley todos los organismos policiales están comprometidos con el combate de este delito, sin embargo, existen unidades especiales como el Grupo Anti Extorsión y Secuestros de la Guardia Nacional (G.A.E.S) y la unidad anti secuestros del CICPC. En la actualidad se conforma el comando nacional anti extorsión y secuestros, por iniciativa del Presidente Chávez, como medida decidida para el combate de los delitos de secuestro y extorsión” explicó el Coronel de la Guardia Nacional Omar Silva, quien dirigió por 3 años el Grupo.
Este crimen con consecuencias jurídicas de la máxima pena que es de 30 años, es un delito tipificado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la Ley contra secuestro y la extorsión, específicamente en el Artículo 3 que reza:
Artículo 3 (LCSE): Quien ilegítimamente prive de su libertad, retenga, oculte, arrebate o traslade a una o más personas, por cualquier medio, a un lugar distinto al que se hallaba, para obtener de ellas o de terceras personas dinero, bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u omisiones que produzcan efectos jurídicos o que alteren de cualquier manera sus derechos a cambio de su libertad, será sancionado o sancionada con prisión de veinte a treinta años.
Incurrirá en la misma pena cuando las circunstancias del hecho evidencien la existencia de los supuestos previstos en este artículo, aun cuando el perpetrador o perpetradora no haya solicitado a la víctima o terceras personas u obtenido de ellas dinero, bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u omisiones que produzcan efectos jurídicos o que alteren de cualquier manera sus derechos a cambio de la libertad del secuestrado o secuestrada.
Igualmente, es una violación a los artículos 1, 3, 5 y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 (III) del 10 de diciembre de 1948 que rige actualmente.
Relatos de un “paseo millonario”
Pedro Pérez (seudónimo que se le otorgó a la víctima para proteger su identidad), fue víctima del secuestro en la modalidad Express el 27 de Noviembre a las 7:30 PM, saliendo del Centro Comercial Macaracuay Plaza “se me atravesaron dos motos y un vehículo, los parrilleros de las motos se bajaron y me amedrentaron con sus armas. Me pasaron del puesto del piloto a la parte de atrás de mi Toyota Fortuner. Me pasearon por Las Mercedes para sacar de mis cuentas bancarias todo el dinero que ahí tenía, luego de eso se comunicaron con mi familia, tomaron mi celular y llamaron a mi papá. Estuve rodando toda la noche por las principales autopistas de Caracas, decían que si no le daban los “20 palos” iban a matarme, transcurridas las horas me dejaron en el Terminal de Oriente, sin un bolívar, sin celular, sin carro, sin camisa y sin zapatos” Relató la víctima.
Esta anécdota está a oscuras de las estadísticas formales, nunca fue denunciado porque los maleantes dejaron en claro que si lo hacían, iban a tomar represalias en contra del rehén. En el año 2010 y 2011 no se tienen las cifras claras de las denuncias por secuestro, pues el gobierno nacional se ha mantenido hermético en el tema.
Diego Rodríguez y Alejandra Rivas (seudónimo que se les otorgó a las víctimas para proteger su identidad) salían de una fiesta en El Hatillo, se pararon a echar gasolina y saliendo de la estación de servicio los interceptaron dos vehículos y dos motos. “me bajaron del copiloto con una ametralladora, me pusieron de espaldas al carro, arrodillada y acto seguido escuché arrancar los carros, con mi amigo adentro” expresó Alejandra.
“Al bajar a mi amiga, se montó el delincuente de la ametralladora y gritó “Arranca”, manejé como por una hora dentro de Petare, escoltado por el resto de los antisociales. Me quitaron los papeles, preguntaban quien era, si el carro era mío (un machito), acto seguido me pidieron el celular, llamaron a mi familia y pidieron 100 mil bolívares. Fueron las horas más largas de mi vida. Aun creo que eran funcionarios policiales por la manera de hablar entre ellos. Una vez realizada la transferencia que se cerró en 75 mil bolívares, me dejaron en La Victoria, Edo Aragua” comentó Diego, quien estuvo de rehén aproximadamente 12 horas continuas. Este secuestro tampoco fue denunciado. Diego quedó muy afectado psicológicamente.
Ojo pelado
“Existen los 101 mandamientos creados por el GAES de la Guardia Nacional para evitar ser víctima de este delito, consejos escritos en el año 1995. Yo escribí gran parte de ellos en mis mejores tiempos de guerrero, en Bolívar, cuando fui comandante de unidad” explicó el Coronel de la Guardia Nacional Omar Silva, quien dirigió por 3 años el Grupo. Algunos de ellos son:
· Ubica siempre tu vehiculo donde puedas observar sus alrededores.
· Cambia tu rutina de traslado diariamente.
· No comprometas tu seguridad por la comodidad.
· Ten siempre a mano un numero con discado directo de tecla numerada de una red de emergencia.
· No difundas datos de tus negocios o cuentas.
· No personalices los números de tus seres queridos en tu móvil.
· Ten siempre una palabra clave con un ser cercano.
· Planea tu rutina a diario y no improvises.
· Si ves personas extrañas o sientes q eres perseguido busca ayuda inmediata.
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| Coronel de la Guardia Nacional |
JESÚS HERNANDEZ





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